A 40 años de restauración: Las Meninas de Velázquez

Madrid, 13 may (Prensa Latina) Ingresar al Museo del Prado de Madrid es de partida una invitación a contemplar Las Menimas de Velázquez, que hoy celebraron el 40 aniversario de su restauración.


Cuadro emblemático, posiblemente el más renombrado de Diego Velázquez, fue terminado en 1656 y fue dedicado a La familia de Felipe IV. Llama la atención, también por sus dimensiones, 320,5 centímetros por 281,5.


Oleo de estilo barroco, obra maestra del artista del Siglo de Oro español, tiene una curiosidad. Velázquez forma parte de la pintura, autorretratado trabajando en la pieza.


El 14 de mayo de 1984, John Brealey, jefe del Departamento de Restauración del Metropolitan Museum de Nueva York, comenzó la limpieza de Las meninas de Velázquez, una decisión polémica por tratarse de un especialista no español.


Un coloquio, moderado por Andrés Úbeda, director adjunto de Conservación e Investigación del Museo del Prado, tuvo lugar este lunes con participación de algunos de sus protagonistas del hecho.


Javier Solana, presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado y ministro de Cultura en 1984; Enrique Quintana, coordinador Jefe de Restauración y Documentación técnica; e Inmaculada Echeverría, Responsable del Gabinete Técnico en 1984, tomaron parte en el debate.


Como antesala, una conferencia sobre la obra de Velázquez fue impartida por Javier Portús, jefe de Departamento de Pintura Española del Prado.


Una de las conservadoras del museo, Alicia Quintana recordó en un video que la dirección la pasó fatal. El hecho de tener que acudir a un experto de fuera del entorno de la pinacoteca generó críticas e incluso varias protestas en el museo.


Mientras Brealey estaba trabajando en la restauración, un grupo de estudiantes entró en el museo para protestar «por ese atentado».


‘Ellos consideraban que se estaba destrozando un tesoro español a manos de un americano’, comentó con humor Quintana.


Brealey se asustó y llegó a creer que ‘lo iban a linchar’ y salió por una de las puertas traseras, pero tras 23 días de trabajo, la primera fase de la restauración de esta obra maestra se dio por concluida, y entonces todos lo aplaudían como héroe.


El experto, de todas formas, siguió en los detalles de la exquisita labor por unos meses más, particularmente en el esmero de aplicar en spray el último barniz al cuadro.


Solana valoró haber tomado la decisión junto al director del museo, Alfonso Pérez Sánchez, de traer ‘al mejor médico del mundo para curar a un enfermo grave’.


Pidió al escritor y poeta Rafael Alberti y al dramaturgo Buero Vallejo a que vieran Las Meninas restauradas. Salieron de ver la obra ‘sin voz que les llegase a la garganta’, recordó el exministro.